La piedra basal de la iglesia de Graneros data de 1894. Aunque no haya sido mencionada entre los edificios históricos más importantes de la provincia, merecedores de la protección del Estado, para los vecinos es una joya que se debe cuidar con dedicación. Sin embargo, su campanario agrietado y el deterioro de su estado general la ponen al borde de la destrucción. De hecho, hace años que sus campanas no suenan para evitar que se produzca más daño. "Rezamos para obtener ayuda", confesó Liliana Díaz. En las calles del municipio, LA GACETA recogió tanto críticas a la empleomanía estatal y como apoyos al Gobierno.
Hacer repicar las campanas podría destruir la iglesia
En Graneros rezan para conseguir ayuda.
DETERIORO. La iglesia de Graneros tiene serios problemas edilicios.